HOLANDA - DINAMARCA (2-0)
El encuentro entre norteuropeos fue muy igualado. Comenzó con más ocasiones para los daneses y a su vez cortaban cualquier opción de contraataque de la orange. Todo esto provocó que los holandeses cambiaran su argumento de juego y optaran por los balones largos a sus delanteros, que no respondieron.
Los de Van Marwijk, a pesar de tener dominio de balón, no inquietaban el área de Sorensen. Y tuvo que ser, por un gol en propia puerta de Simon Poulsen, que más que rematar le llegó el esférico y no pudo hacer nada para evitarlo.
Y fue a partir de la entrada de Eljero Elia cuando el panorama empezó a cambiar un poco. La "naranja mecánica" atacó sin descanso la portería danesa, y ese asedio tuvo sus frutos con el gol de Dirk Kuyt, que acabó por finiquitar el encuentro y dejar a los neerlandeses como líderes de grupo.
JAPÓN - CAMERÚN (1-0)
Algunos medios titularon éste encuentro como "los leones comerán sushi". Pero fue el sushi el que le sentó mal al equipo africano. Fue un duelo táctico. Camerún comenzó llevando la iniciativa con Samuel Eto’o en una posición más atrasada de lo habitual. Japón esperaba la ocasión de encontrar un hueco y sorprender.
Aprovechando el nulo acierto de los pupilos de Le Guen, la selección asiática se fue al ataque al ver los espacios que habian. Y pocos minutos antes del descanso, Honda empujó a puerta un centro extraordinario de Matsui para adelantarse en el marcador.
La segunda mitad el panorama cambió un poco. Camerún fue la que intentó atacar, y Japón, con un sólido 4-5-1 se mantuvo como un muro. Los dos seleccionadores ejercieron de ajedrecistas para resolver la partida, pero, por desgracia para los leones, y por suerte para los samuráis, el resultado no se movió.
ITALIA - PARAGUAY (1-1)
Y llegó el turno de la azurra. Los vigentes campeones del Mundo cerraban la competición del grupo F en Ciudad del Cabo contra unos paraguayos aún dolidos por la baja de Cabañas, pero que venían de haber disputado una gran liguilla de clasificación.
Sorprendentemente el partido parecía al revés. Italia atacaba triangulando rápido y llegando al área, eso sí, sin casi rematar las ocasiones, y Paraguay esperaba e intentaba salir lenta al ataque, pero se topaba con una defensa italiana segura.
Y llegó la sorpresa antes de los primeros cuarenta minutos del primer tiempo. Una falta lanzada por Aureliano Torres la acabó rematando Antolín Alcaraz, anticipándose a su marcador De Rossi, y a Fabio Cannavaro.
Pero los italianos consiguieron el premio del empate en un golpe de fortuna, o en un fallo de Justo Villar, que en un córner salió de la portería a por uvas, y el balón se lo encontró De Rossi, que con un toque, casi sin querer, metió el gol del empate.
A partir de ahi, y gracias, en parte, a la lluvia que cayó durante el encuentro, el partido se llenó de imprecisiones, Montolivo el motor de los italianos desaparecio (tampoco es que estuviera muy activo en los minutos anteriores) y el que más corazón puso para empatar fue Simone Pepe, que incluso lo intentó de manera acrobática, pero no llegó a contactar con el balón.
Lo mejor de hoy ha sido Eljero Elia, sin ninguna duda. Los pocos minutos que ha estado ha revolucionado el ataque de la orange.
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