Hoy es el gran día. Se cumple un año del instante más importante de la historia del fútbol español, y quizás, el día en el que triunfó el fútbol en estado puro. Ese día, el intento de "jugar" se impuso a la "dureza" y un gol de Andrés Iniesta en el minuto 116 del partido nos hizo muy felices.
Pero eso no ha nacido de la noche a la mañana. España ha sido una nación que futbolísticamente ha pasado por momentos muy malos, y eliminaciones vergonzosas, como la de la Euro de Portugal, o la impotencia ante Italia en Estados Unidos, y ante Corea del Sur en dicho país. Y la historia de este gran triunfo se comenzó a gestar un 6 de Septiembre de 2006, día recordado por ser el último de Raúl González con la camiseta de la selección. Ese día se perdió contra Irlanda del Norte en Belfast (3-2) y la selección dejó de sumar 3 puntos en la fase de clasificación de la Eurocopa de Austria y Suiza. A partir de ahí, un cuestionado Luis Aragonés comenzó a contar con "los bajitos", esos jugadores que darían en los siguientes tiempos una envidia grande a las mejores selecciones.
Y llegó la Eurocopa. Un debut soñado con goleada ante Rusia. Un segundo partido sufrido con gol de Villa en el minuto 92. Y para terminar la primera fase, una remontada ante Grecia tras haber empezado ésta ganando en el primer tiempo. Tras esas tres victorias llegaba el miedo. Nos tocaban los Cuartos de Final, y nos cruzábamos con Italia. Se vinieron muchos recuerdos a la mente: codazo de Tassoti a Luis Enrique, oportunidad clarísima fallada por Julio Salinas... Pero al final ese año caímos. En ésta ocasión fuimos hasta los penalties. Casillas fue el héroe, y Cesc Fábregas el autor del gol definitivo. En semifinales volvimos a vencer claramente a Rusia, y para la final, la guinda. Gol de Fernando Torres, y la copa para casa.
En la Fase de Clasificación para el Mundial de Sudáfrica teníamos rivales "fáciles" como Estonia y Armenia, y tres rivales complicados como Bosnia Herzegovina, Bélgica y Turquía. Una trayectoria inmaculada, con diez partidos y diez victorias, y grandes cifras goleadoras (más de 2 goles por partido), selló su clasificación antes de tiempo. Y con la vitola de favoritos nos fuimos al invierno sudafricano a ver si podíamos, por fin, ser dichosos, y no tristes participantes. Sin embargo, el mal rollo apareció en el debut. Suiza ganó sorpresivamente un partido en el que España podía haber metido cuatro o cinco goles. Ante los siguientes rivales se vivieron sensaciones diferentes: contra Honduras se venció claramente; ante Chile se sufrió, pero el resultado, y la clasificación de ambos pusieron el freno y no se movió en 2-1 del marcador hasta el final.
Lo demás ya lo sabemos. Tres partidos, tres rivales duros, tres victorias por el mismo resultado. Portugal, Paraguay (el que puso a España en más apuros en la fase eliminatoria) y Alemania (subcampeona de Europa) fueron sus rivales. Y al final llegó Holanda. Una selección que disputaba su 3ª final mundialista, y que al final se quedaría con su 3ª derrota como tal.
La Roja fue aplaudida en todo el mundo. España ganó "su mundial". Ahora celebramos un año de aquel triunfo, y estamos en plena carrera para conseguir algo que nunca nadie ha conseguido en el viejo continente, ganar Eurocopa, Mundial y Eurocopa consecutivamente. ¿Volveremos a vivir algo así?
Epero que si!!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarEnorme Perera