El drama de los Millonarios.

Imaginen, por un momento, que Athletic Club, FC Barcelona y Real Madrid descienden a la 2ª División española. ¿Qué ocurriría?¿Dónde irían a parar todas sus estrellas? Pues algo parecido ocurrió este pasado fin de semana en Argentina. Un club histórico como River Plate, club con 110 años de historia y que, junto a Boca Juniors e Independiente, forma la tripleta de clubes que nunca han caído a la Nacional B del fútbol argentino. Bueno, hasta ahora, porque los Millonarios han descendido, tras perder en un play-off con el club cordobés Belgrano.

El fútbol argentino se vive de manera diferente. En la ida, los hinchas de River saltaron al campo a agredir a los futbolistas de su propio equipo. ¿Inaudito, no? Se supone, que los aficionados están para animar mientras jueguen, o para criticar ciertas actitudes. Pero ¿para agredir a un jugador del propio equipo? Claro, que la situación era inédita. Y como los apasionados aficionados millonarios no se habían visto en otra igual, pues... Reaccionaron de manera muy violenta, por otra parte, típica de los hinchas argentinos y de muchas partes de Sudamérica, por desgracia.

Pero vamos a lo que sucedió en el partido. Empezaba con un 2-0 a favor de Belgrano, por lo que River tuvo que comenzar mirando más a la portería contraria que a la suya. Pero la cosa no empezó nada bien, con un gol de Belgrano, eso sí, anulado por el árbitro. Y Pavone, ex del Betis, aprovechó luego para adelantar a River Plate y darles esperanzas. Y con el 1-0 llegó el descanso. El fallar un penalty, y el que Belgrano empatara el partido, acabó por rematar a los Hinchas y al equipo Millonario, que poco antes de terminar, obligó a que el árbitro suspendiera el encuentro, y se produjeron muchos incidentes.

En fin, que los llamados "Millonarios" llevan un par de años en una crisis galopante, y ya no sólo tienen pocas estrellas, sino que institucionalmente, el club ha entrado en una depresión monumental. Ahora, a reestructurar el equipo, y devolverlo a la máxima categoría cuanto antes. Y evitar que los aficionados de Boca Juniors celebren el descenso de River como una gran burla histórica, y como un título más casi para ellos.