En esta ocasión vamos a analizar lo mas profundamente posible a la selección de Nueva Zelanda.
Los kiwis retornan a la Copa del Mundo tras veintiocho años de ausencia, en los que su fútbol, débil ya de por sí, se ha visto beneficiado por la inclusión de Australia en la Confederación Asiática, algo que prácticamente clasifica directamente a Nueva Zelanda para las rondas finales de acceso al Mundial, ya que los rivales del combinado oceánico son de la talla de Fiji, Nueva Caledonia o Samoa, selecciones en las que ni siquiera existen jugadores profesionales.
Eso sí, tampoco es que en los all whites se den muchos casos de futbolistas de primer nivel. Los mas conocidos son los que juegan en las ligas británicas, como su capitán, Ryan Nelsen, referente defensivo de los kiwis y tambien del Blackburn Rovers, con quienes ha disputado mas de doscientos partidos en competiciones inglesas.
El fútbol de Nueva Zelanda se dio a conocer el año pasado, cuando tuvimos ocasión de conocerlo en la Copa Confederaciones, también disputada en territorio sudafricano. En aquella ocasión, no se fueron de vacío, y es que sacaron un punto ante Iraq. Algo que se tomó como una sorpresa, pero si bien Nueva Zelanda no deja de ser la selección mas débil de este Mundial, hay que decir que su fútbol viene en progresión, muy lentamente, pero progresión al fin y al cabo.
Allí, en nuestras Antípodas, es bien conocido que el rugby es el deporte nacional, es casi como una religión, los all blacks son una potencia en el deporte del balón ovalado, y el fútbol viene siendo algo distinto, un deporte que practica un porcentaje mínimo de la población. Pero aun así, hay que destacar que en el pasado mundialito de clubes, en el que se impuso el FC Barcelona, el combinado neozelandés que representaba a Oceanía, no sólo no terminó último como podía esperarse, sino que protagonizó una relativa sorpresa al vencer tanto a los anfitriones del Al Ahli, como a los africanos del Mazembe, lo cual significó una pequeña bofetada a los dirigentes de la FIFA, que tenían pensado eliminar directamente el acceso de Oceanía a esta competición, por considerarse su fútbol como amateur.
En fin, vamos a lo que vamos, Nueva Zelanda tiene como único objetivo disfrutar, y si es posible puntuar en el Mundial. Tiene un grupo muy difícil, Eslovaquia, Italia y Paraguay son sus tres rivales, en este órden, y se antoja complicada la posibilidad de sacar un empate ante éstos combinados, todos, como es evidente, mucho mas potentes que los kiwis.
Sin embargo, como están demostrando en sus partidos de preparación, no están siendo ninguna perita en dulce. Cayeron frente a Australia con un gol de risa, sorprendieron a Serbia, que aspira a convertirse en una de las revelaciones en Sudáfrica, con una victoria en tierras austríacas, y ante México fue un conjunto rocoso que solo cayó cuando aparecieron los futbolistas aztecas de más importancia. Es decir, que sería adecuado advertir a eslovacos, paraguayos y italianos, que no se descuiden porque lo mas peligroso de Nueva Zelanda, es precisamente que no tienen nada que perder.
El esquema táctico de Ricki Herbert, es el clásico 4-4-2, férrea defensa comandada por el mencionado Ryan Nelsen, y centro del campo en el que se hacen notar Leo Bertos (ex jugador de Barnsley y York City, entre otros muchos equipos ingleses) y Tim Brown, ambos jugadores de los Phoenix de Wellington, uno de los conjuntos mas fuertes de la liga local. En ataque, mencionar a Chris Killen, que se está convirtiendo en un veterano, y que lleva toda la vida jugando en las islas británicas. Actualmente pertenece al Boro, ya que en el Celtic no tuvo demasiadas oportunidades, y el pasado Enero retornó a Inglaterra tras unos cuantos años de aventura escocesa. Junto a Killen, su compañero en ataque suele ser Shane Smeltz, máximo goleador del equipo. Es posible que en este once entre tambien Rory Fallon (delantero del Plymouth inglés, y autor del gol que le dió la clasificación a los all whites para el Mundial), como mediocampista escorado a banda, pese a su posición natural de delantero.
El posible once titular en el Mundial estaría formado por el veterano Mark Paston en portería, con una defensa formada por Lochhead y Sigmund en las bandas, Ivan Vicelich y Ryan Nelsen en el centro de la zaga, medio del campo con Tim Brown, Leo Bertos, McGlinchey y Fallon en línea de cuatro y el ataque compuesto por Chris Killen y Shane Smeltz.
Los kiwis retornan a la Copa del Mundo tras veintiocho años de ausencia, en los que su fútbol, débil ya de por sí, se ha visto beneficiado por la inclusión de Australia en la Confederación Asiática, algo que prácticamente clasifica directamente a Nueva Zelanda para las rondas finales de acceso al Mundial, ya que los rivales del combinado oceánico son de la talla de Fiji, Nueva Caledonia o Samoa, selecciones en las que ni siquiera existen jugadores profesionales.
Eso sí, tampoco es que en los all whites se den muchos casos de futbolistas de primer nivel. Los mas conocidos son los que juegan en las ligas británicas, como su capitán, Ryan Nelsen, referente defensivo de los kiwis y tambien del Blackburn Rovers, con quienes ha disputado mas de doscientos partidos en competiciones inglesas.
El fútbol de Nueva Zelanda se dio a conocer el año pasado, cuando tuvimos ocasión de conocerlo en la Copa Confederaciones, también disputada en territorio sudafricano. En aquella ocasión, no se fueron de vacío, y es que sacaron un punto ante Iraq. Algo que se tomó como una sorpresa, pero si bien Nueva Zelanda no deja de ser la selección mas débil de este Mundial, hay que decir que su fútbol viene en progresión, muy lentamente, pero progresión al fin y al cabo.
Allí, en nuestras Antípodas, es bien conocido que el rugby es el deporte nacional, es casi como una religión, los all blacks son una potencia en el deporte del balón ovalado, y el fútbol viene siendo algo distinto, un deporte que practica un porcentaje mínimo de la población. Pero aun así, hay que destacar que en el pasado mundialito de clubes, en el que se impuso el FC Barcelona, el combinado neozelandés que representaba a Oceanía, no sólo no terminó último como podía esperarse, sino que protagonizó una relativa sorpresa al vencer tanto a los anfitriones del Al Ahli, como a los africanos del Mazembe, lo cual significó una pequeña bofetada a los dirigentes de la FIFA, que tenían pensado eliminar directamente el acceso de Oceanía a esta competición, por considerarse su fútbol como amateur.
En fin, vamos a lo que vamos, Nueva Zelanda tiene como único objetivo disfrutar, y si es posible puntuar en el Mundial. Tiene un grupo muy difícil, Eslovaquia, Italia y Paraguay son sus tres rivales, en este órden, y se antoja complicada la posibilidad de sacar un empate ante éstos combinados, todos, como es evidente, mucho mas potentes que los kiwis.
Sin embargo, como están demostrando en sus partidos de preparación, no están siendo ninguna perita en dulce. Cayeron frente a Australia con un gol de risa, sorprendieron a Serbia, que aspira a convertirse en una de las revelaciones en Sudáfrica, con una victoria en tierras austríacas, y ante México fue un conjunto rocoso que solo cayó cuando aparecieron los futbolistas aztecas de más importancia. Es decir, que sería adecuado advertir a eslovacos, paraguayos y italianos, que no se descuiden porque lo mas peligroso de Nueva Zelanda, es precisamente que no tienen nada que perder.
El esquema táctico de Ricki Herbert, es el clásico 4-4-2, férrea defensa comandada por el mencionado Ryan Nelsen, y centro del campo en el que se hacen notar Leo Bertos (ex jugador de Barnsley y York City, entre otros muchos equipos ingleses) y Tim Brown, ambos jugadores de los Phoenix de Wellington, uno de los conjuntos mas fuertes de la liga local. En ataque, mencionar a Chris Killen, que se está convirtiendo en un veterano, y que lleva toda la vida jugando en las islas británicas. Actualmente pertenece al Boro, ya que en el Celtic no tuvo demasiadas oportunidades, y el pasado Enero retornó a Inglaterra tras unos cuantos años de aventura escocesa. Junto a Killen, su compañero en ataque suele ser Shane Smeltz, máximo goleador del equipo. Es posible que en este once entre tambien Rory Fallon (delantero del Plymouth inglés, y autor del gol que le dió la clasificación a los all whites para el Mundial), como mediocampista escorado a banda, pese a su posición natural de delantero.
El posible once titular en el Mundial estaría formado por el veterano Mark Paston en portería, con una defensa formada por Lochhead y Sigmund en las bandas, Ivan Vicelich y Ryan Nelsen en el centro de la zaga, medio del campo con Tim Brown, Leo Bertos, McGlinchey y Fallon en línea de cuatro y el ataque compuesto por Chris Killen y Shane Smeltz.
Parece una selección que se está poniendo seria. Su partido ante Serbia fue bastante bueno, controlando el balón y la posesión.
ResponderEliminarUn saludo desde http://ojeadorinternacional.blogspot.com/